domingo, 7 de septiembre de 2008

Idilio ...de Asenat

Se miró en el espejo por más de media hora, la estola colgaba por su cuerpo cubriendo la falda pegada y corta, el brasier de encajes floreados color turquesa ahogaba todo lo que se tambaleaba por dentro, el plumaje la hacía ver como un pavo real, contoneándose de un lado a otro tratando de no salirse del espejo, sus labios bajo un brillo barato mandaban besos apasionados a las niñas de sus ojos, la música del radio marcaba el sonido de la salsa y sin pensarlo movía su cuerpo agrandando su figura. El cinturón plateado con estrellitas rojas no pudo cerrar, no importaba, un rebozo de rayas verdes ocupó su lugar y bailó al compás de Willie Colón que le decía al oído,
…sólo me alienta el deseo divino de hacerte mía, más me destruye la incertidumbre que estoy pasando…
Y sonreía en el espejo, sin duda en ese momento alguien la deseaba, o al menos eso pensaba.
Las cremas compradas por catálogo cubrían su cara, crema antiarrugas con protección solar, no importaba que fuera de noche.
Un movimiento para abajo, un movimiento para arriba, los brazos arriba y las caderas a un lado, movía los pies descalzos enterrándolos en la alfombra manchada por mostaza,
…que a besos yo te levante al rayar el día y que el idilio perdure siempre al llegar la noche, y cuando venga la aurora llena de gocé, se fundan en una sola tu alma y la mía…
Nunca supo qué significaba idilio pero se podía imaginar como corría y se abalanzaba entre lo brazos musculosos de un artista de cine, güero como sólo ella quería y ojos de color de su rebozo, él la cargaba entre sus brazos y la hacía girar mientras su cabello se movía de un lado a otro como lo hacen las modelos de shampoo con aroma a lavanda y él la besaba en el cuello.
Las trompetas sonaban y su cuerpo se movía, cerraba los ojos para imaginar mejor, los abría para no tropezar con las pantuflas de cocodrilo que usurpaba el escenario, el espejo era pequeño o su resplandor artístico más grande que todo, sólo ella sabía que tan artista era. Cantaba sin hacer ruido pero en sus labios se deletreaban todas las palabras que salían de la canción, todos dormían como para poder presentar su show.
Volvían las trompetas y el sudor corría por su cara deshasiendo la cremosidad en sus mejillas, las plumas volaban por los aires y eran besadas apasionadamente sustituyendo a ese hombre musculoso ojos color rebozo, al amor de su vida que quizás jamás encontraría.
La música fue cesando poco a poco, sabía que todo llegaría a su fin, era hora de dormir, como la Cenicienta en su cuento de hadas al llegar la noche habría que descansar, secó el sudor de su frente y se recostó en su colchón pidiendo a Dios al príncipe azul que años atrás venía pidiendo, mientras que el coro de las letras y el sonido de las trompetas se apagaban poco a poco…
…Soñando, contigo, queriendo, que se cumpla nuestro idilio…

Voy a dormir...de Asenat

Voy a dormir con mi mente clavada en tu cuerpo,
Quiero dormir, pero a cambio de un minuto de silencio,
No quiero soñar, al menos que transites por mis sueños
Cerrare mis ojos con tal de verte más.

Es de noche y los grillos aun no cantan
Es de noche y la luna no deja de salir,
¿Que puedo hacer atrapada en mis desvelos?
De media noche hasta el amanecer.

Voy a dormir con tal de hacerte mió
Hoy ni las distancias me habrán de consumir,
Quiero dormir en paz bajo las nubes de otoño
Que cubren mis cielos y te atan desnudo.
Así, solo así quiero dormir de noche,
Para que el sol no caliente el brillo de tus ojos
Ni acalore los poros de tu frente
Y yo las bese por hoy una y mil veces.

Voy a dormir para tenerte cerca
Y los latidos dejen de sufrir,
Que mis años muertos por tu olvido
Resplandezca el nuevo amanecer.
Quiero dormir para vivir contigo
Y si te encuentro no quiero despertar.
Voy a dormir, dormir, dormir, dormir.

Dicen...de Asenat

Dicen que hacer el amor
Es un mágico maravilloso,
Que los pájaros cantan,
Y el cielo se torna azul.

Dicen que las flores perfuman los aires
Y que las azucenas se vuelven de algodón.
Todos cuentan que las almas se iluminan,
Que los besos son de almendras
Que las caricias se vuelven terciopelo
Cuando se juntan para fantasear.

Yo solo sentí tu cuerpo
El sudor que corría por tus brazos,
Por tus piernas, por tus pies.
El radio era el que sonaba,
El cielo se volvió techo,
Las nubes,
Pequeñas manchas que formaban
Figuras extrañas en mi único infinito.

¿Donde habrán quedado las flores?
¿Donde habrá quedado su olor?

No hubo besos almendrados
Sino ensalivadas bocas con sudor.
Nunca acariciamos almas
Solo tocamos unos cuerpos.
Dicen que hacer el amor
Es un impulsivo encuentro
Que se entrelazan las almas
Y se entregan los cuerpos.

El beso...de Asenat

¿A que te saben sus besos?
¿Tienen el sabor a coco con el que me recuerdas?
¿Te hacen cerrar los ojos y transportarte
Allá tan lejos,
Allá tan mágico
Como en el país de los cuentos?

¡¡El beso amor, el beso!!

El que pedías de noche
Y el que exigías de día.

¿A que te saben sus besos?
¿Hay un cielo infinito de estrellas palpitantes,
Que corren y corren y vuelven a correr
Para dejarte cansado?
¿Te saben a escondite
De paseo en la playa?
¿Te saben a noche?
¿Te saben a arena?
¿Te saben a locura?
¿Te saben a todo eso con luz de luna?

¿A que te saben sus besos?
¿Tienen lo mojado de las ansias,
La textura del pretexto,
La forma de lo prohibido?
¿Te saben a mí?
Deja de besar, mientras me encuentres dentro.

¡¡El beso amor, el beso!!
El que solo conociste conmigo.

A ella...de Asenat

A ella nadie la amo,
A ella nadie la quiso,
Ella se quedo con sus ansias
Se quedo con sus gemidos.

No hubo aventuras pasajeras
Que pudiera recordar,
Solo el fracaso absurdo
De morales que cuidar.

Fueron sus manos en ella
La que la hicieron sudar,
El jugueteo de caricias
En su mente y nada más.

miércoles, 27 de agosto de 2008

Miénteme...de Asenat

Miénteme,
Como mienten todos los poetas
Cuando transpiran versos de mujer
Y enamoran a sus piernas.

Cuéntale a mi abuelo Pablo...de Asenat

Dios, cuéntale a mi abuelo Pablo
Que hoy me porte bien.
No me vio, porque no estuve en casa.
Llegue muy tarde,
Y no pude escuchar
Las canciones de su iglesia,
Pero dile que si me porte bien.
De verdad, que si lo hice.

Dos gramos de cuerpo...de Asenat

Estoy a un metro de morirme,
Y a medio mililitro de llorar,
Créeme…porque
Dos gramos aterrizan mi cuerpo
En esta tierra
Con toneladas de oscuridad.

La delgadez de tu figura...de Asenat

Esa delgadez de tu figura
Que extraña mi cuerpo desnudo,
Que impacienta mis manos
Con un roce de calor absurdo,
Te extraña mi tronco senoso
Y mi cadera con glúteos,
Mis ojos de ojeras
Sobre un rostro difunto.

Tristeza...de Asenat

Puedo sentir la tristeza allá a lo lejos,
Muy pero muy lejos…

La historia...de Asenat

Pídele a la historia
Que te cuente un cuento.
Estoy segura que será de terror.

El niño...de Asenat

Desde la muerte,
Clama clemencia un niño,
Desde el infierno,
Paga pecados ajenos.

lunes, 25 de agosto de 2008

Sandra pienso en ti...de Asenat

Sandra pienso en ti,
En la suavidad de tus manos
Que quizás no sean suaves,
Pienso en el roce inoportuno
De tu piel con mi piel,
En ese momento de casualidad
Que yo intento provocar
Aquellas veces que me vez y te veo
Cuando volteas rápidamente la mirada
Y finges que no estoy.

Sandra pienso en ti,
En tu boca que me es demasiado prohibida
Que me es demasiada obsesión,
¿Porque seduces locamente con tus labios?
Y yo…que no te puedo besar.

Sandra pienso en ti,
En tu cabello largo
Que el aire no lo hace mover
Que no tiene la suavidad que tú quisieras,
Ni el aroma a rosas que quisieras transpirar,
Y yo…como deseo tocarlo.

Sandra pienso en ti,
En la forma de tu cuerpo
Que el tiempo se esta comiendo
¿Porque el puede y yo no?
Dame a probar un poco de ti,
Guarda de ese manjar una migaja para mí.

Sandra te pienso tanto, tanto, tanto.
Abandóname un poco,
Mientras los trazos de tu vida te obliguen
Pero no me abandones en su totalidad.

Sandra pienso en ti
En tus ojos pequeños
Que me buscan a medias, pero me buscan,
No les prohíbas las formas de mi cuerpo.
Hoy hasta siento que te amo.

Pronto me iré,
Y quizás pasaran muchas noches sin verte,
Con tu vivas forma de mujer prohibida,
Mujer prohibida, como solo yo te veo.

Recuerdo la primera vez que te vi,
La madera soportaba tus pies plantados
Queriéndose enterrar,
La luz blanca iluminaba tu forma,
Y veía el sudor correr por tu cara
Y mojaba tu ropa,
La botella en mano
Y el amargo de su interior en tu garganta,
Mis ojos te recorrieron
Tu momento de esplendor,
Brillabas como una estrella.

¿Que hiciste para envolverme así?
Si no hay más motivo
Que tú nombre en mi memoria.
Ahora te busco de lejos,
Te sigo de lejos, te pienso de lejos,
Ay Sandra, como te pienso.

Sombra...de Asenat

Era tímida mi sombra,
Era oculta ante sus ojos,
Blanca, ella recuerda cuando fue blanca.
La sombra blanca jugaba a ser niña
Y una noche, no jugo más.

Fue tímida,
Como un rayo de sol
Que cobardemente atraviesa el tejado
Y se posa en el armario
Para verte de reojo.

El pajarillo canto,
Tanto como si fuera primavera
Y mi sombra sonreía en su timidez.

Fue buena mi sombra,
Era buena ante sus ojos,
Feliz, ella recuerda cuando fue feliz.
La sombra feliz jugaba a ser niña
Y una noche, no jugo más.

Fue sombra,
Pero nunca fue el reflejo de nada.

Una razón...de Asenat

Tuve una razón para amarte,
De amarte más y mucho más,
Tuve una razón, tan solo una,
De amarte más y mucho, mucho más.

¿Que paso con ese amor?
¿Porque te fuiste tan lejos?
Fuiste el hombre perfecto
Pero de saber de amor estabas lejos.

Tuve, ¿porque la tuve?
Una razón de muerte,
Que provocó mi tormento
Y mutilo mi vientre.

Tuve una razón para amarte,
De amarte hoy y quizás siempre.
Fuiste el hombre perfecto
Pero de saber de amor no comprendiste.

Te fuiste sin conocerme,
Sin conocer mi razón,
De amarte tanto
Pero ya no como hoy.

Tuve una razón para amarte,
Y que no te intereso,
Una razón para adorarte
Y que por ti se murió.

Pequeño Ángel...de Asenat

Se perdió en un manantial
De pequeñas sirenas
Y caballitos de mar.

Se perdió por la noche
Cuando salio a jugar,
Con los pequeños duendes
Y unas hadas de cristal.

Pequeño ángel
Me quisiste dejar….

Fue su alma pequeña
La que se fue a volar
Por los bosques por los cielos
Solo me hiciste soñar.

Fue su corazón pequeño
Que no quiso palpitar
En el mar de mis adentros
En mi propio despertar.

Pequeño ángel
Me quisiste dejar…

Mi vida, alma mía
Porque te quisiste marchar
En el dolor de media noche
Tú me hiciste despertar.

Te perdiste en el rojo amanecer
Cuando despierta la luna,
Cuando no quiso crecer
En mí, aquella hermosa rosa.

Pequeño ángel
Solo me hiciste soñar…

La niña...de Asenat

La niña no lloro,
Porque sabía que no habría consuelo,
Se sentó a ver los mangos
Que se rompían al caer.

Fue pequeña alguna vez
Como el principio de un sueño,
Se tomo mano con mano
Pero con el corazón muerto.

No lloro ante los ojos de la luna
Ni ante los ojos del sol,
Sabía que no habría consuelo
Fue por eso que no lloro.

Niña de los ayeres
De ojos secos y cruel dolor,
Si no lloró cuando debía
Ahora ya no hay razón.

Hermosa...de Asenat

Fueron tus formas curvas
Y tus montañas de nieve
Tu bosque encantado
De encantadoras serpientes.

Fuiste aroma mi hermosa
De rosas y de jazmines
Que cuide hoja por hoja
Y cultive entre jardines.

Fuiste encanto divino
Con tus ojos de lirios
Con tu boca traicionera
Que coqueteaban al ser míos.

Fuiste un rayo de luz
Yo solo una gota de mar
Que calentaste en verano
Con tu gracia de cristal.

Hoy ya no estas mi hermosa
No hay aroma que admirar
Solo en mis recuerdos quedan
Tu gracia de nieve y sal.

Estoy perdido alma mía
Como un niño en alta mar
Que navega por los mares
Sin rosa con que jugar.

Acompañame a lo Rojo...de Asenat

Acompáñame a lo rojo
Con tus besos,
Con tu sabor a miel,
Con tus sentidos.

Es de noche,
El calor me envuelve por dentro
Y no dejo de pensar en ti.

El aire golpea mi rostro
Pero no duele,
Su sonido me hace callar,
Oigo mis latidos
Que no dejan de brincar.

Acompáñame esta noche,
Me sumergiré en el mar
No habrá peces
Ni conchas de sal.

No me dejes ir sola,
No habrá Eva sin Adán
Bebe un poco de mi rojo
Y vuélvete parte de mí,
Muere un poco conmigo
Como hoy morí por ti.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Teodora...de Asenat

Teodora eres sexo Teodora.
Tus pechos cuelgan
Y yo me columpio en ellos.

Soy un hombre, desde hoy,
Soy un hombre.

A partir de tu piel
A partir de tus piernas
A partir de tu sexo
A partir de tu tiempo
A partir de ti
A partir de ahora.

Yo soy un hombre.

Eres sexo Teodora tan sólo sexo.
No me permitas tus manos
Si no vas a tocarme.
No me recuerdes Teodora,
Esta noche
Por primera y única vez
Siénteme.
No me entregues tus besos en mi boca
Que sólo mi piel los necesita,
No me entregues tus risas,
Ni tu alma, ni tu nada,
Yo sólo puedo pagar tu cuerpo
Y algo de sudor que derramas sobre mí.
Eres sexo Teodora eres sexo.
Desde que te vi caminar
Entre el oscuro de la noche
Supe que eras sexo.

domingo, 27 de julio de 2008

Fuera del pueblo...de Asenat

-Me fui del pueblo no porque quisiera, si no porque no había de otra, no pude voltear, no porque no quisiera, sino porque según no debía, siempre quise regresar, y no lo hice no porque no quisiera, sino porque no podía.
-Era su tierra, se hubiera quedado.
-No me quede no porque no quisiera, sino porque si me quedaba, era segura mi muerte…


-No era tan noche como muchos hubieran querido, ni tan frió como para pedir quedarme, pedir perdón resultaba imperdonable para mi, después de todo yo ni culpa tenía, el caballo trotaba sabiendo más que yo, que pasaríamos hambre ni siquiera un pedazo de pan me dejaron sacar de mi casa, quién sabe quién se habrá apañado a mi esposa y no me extrañaría que no pasaran ni dos días de mi ausencia, ella siempre fue una cualquiera. Todas las causas me señalaban a mí como si fuera el único hombre en la tierra, hasta sentí como si Dios me echara la culpa, pero a él ni quien le pueda decir nada, yo siempre fui un hombre muy devoto hasta que me sentí abandonado y lejos de su misericordia.
La gente gritaba con machete en mano, la mujer a la que le bautice un hijo me gritaba perro maldito, el hombre que tenia una tienda y que le quede a deber el pan y el aceite me aventó una piedra y me dio justo abajo del orgullo, orgullo, así le llamamos allá en mi tierra, nacer hombre era un orgullo.
No supe bien que pasó, me arrastraban como se arrastra un perro muerto, pero de esos perros que nadie quiere y que todo el mundo desea su muerte. No crea, si me espante, el miedo yo no lo conocía, solo eran cuentos para mí, pero ese día, de golpe, así nomás de golpe supe lo que era y jamás se me olvido.
Empezaron a tocar las campanas de la iglesia justo media hora antes de empezar la misa de las seis, la gente salio corriendo de sus casas pa ver que pasaba, la última vez que tocaron las campanas antes de la hora fue hace muchos años pa avisar que el rió se estaba desbordando, solo sirvió pa que la gente rezara un poco antes de irse para el otro mundo, casi nadie se salvo, pero esa es otra historia. Pues ya se imaginara, cuando a la gente se le presenta algo nuevo se vuelven como bestias de monte atrapadas en una jaula, y así paso, tocaron las campanas y la gente se volvió loca, todos empezaron a buscarme cargando todo lo que pescaran a su paso, yo como cada sábado estaba en la cantina y ya andaba medio atarantado, allá el pisto es fuerte, se dice que solo toman los que verdaderamente son hombres y sabrá que no estamos pa que duden de uno, pues ya andaba pasado.
Me gritaron desde afuera, ¡Florencio, sal de ahí Florencio! ¡Sabemos que estas ahí cabrón, si no sales entramos por ti! Yo salí con el pulque casi saliéndose del vaso, sin duda era yo, no había otro Florencio en el pueblo, ¿pa que soy bueno? les pregunte, ¿porque tanto grito? ¡Te cargo la chingada Florencio, por pendejo, solo un pendejo hace lo que hiciste tú, termina de salir o te damos de plomazos!.
Me espante un poco no le digo que no, pero más era mi apuro de terminarme el trago, así que le di pal fondo y avente el vaso aun lado, ahora si les dije, que chingaos les pasa, porque tanto alboroto, y no le miento, me miraban como si yo fuera el mismito diablo, pero no con miedo, sino con puro odio, ni me dejaron terminar de hablar, me agarraron dos hombres para darme una paliza, pero paliza de aquellas, todos gritaban ¡mátenlo, maten a ese maldito perro! Más gritaban las viejas, que con una mano agarraban al crío y con la otra me aventaban piedras, ya se imaginara, borracho y luego madreado que podía hacer uno, me llevaron hasta la iglesia y me aventaron encima de un hombre muerto…, era el cura, el cura del pueblo estaba muerto, cuando le vi el plomazo que le habían metido en la nuca se me bajo la borrachera de trancazo, un cabrón que siempre se revolcaba con mi mujer me señalo a mí como el culpable, dijo que entre a la iglesia ya estando pedo, y sin decir agua va le metí el plomazo al curita, ese cabrón ya me traía ganas, pero le juro por mi madre que esta en el cielo que yo no lo hice, pero el tenia buena reputación en el pueblo y aunque se parchara a mi mujer cuando quería tenia todas las de ganar. Me sacaron a golpes de la iglesia, me amarraron a un caballo y al caballo le amarraron una víbora en la pata, pa que se asustara el animal y saliera echo la mocha; me dijeron que no querían volver a verme, que si me acercaba al pueblo no habría plomazos que esquivara, y me echaron pal monte, me las vi negras unos días tratando de que el animal no se fuera a regresar, ve que los caballos regresan siempre de donde vienen y yo amarrado no lo podía controlar, hasta que pare dos pueblos adelante que el mío y me desataron, ya no podía regresar, con la palabra de la gente de pueblo no se puede jugar, así que me hice a la idea que no regresaría nunca, los chamacos que mantenía nunca supe si eran míos, ninguno se parecía a mi, y mi mujer le aseguro que nunca me extraño. Y uste pa donde va.
-Voy para pueblo de los Alcatraces, soy escritor, y me dijeron que allá hay muchas historias que contar.
-No lo dudo, espero que le cuenten la historia del cura, pero no se deje engañar, la verdad ya la conoce, y si puede decirles algo, dígales que don Florencio no ha muerto, y que me fui del pueblo no porque quisiera si no porque no había de otra, ya pasaron más de cuarenta años, pero a un pueblo cuando le matan a un cura, ni pasando mil años se perdona su muerte.
-Fue un placer conocerlo.
-Ya vete chamaco, no tomes pulque, que a un borracho es más fácil cargarle el muerto, y si pasas por aquí otra vez, cuéntame que nuevas historias se han creado, te aseguro que soy todo un personaje.
-¿Por qué no regresa conmigo?.-No regreso no porque no quiera, solo que si regreso todavía es segura mi muerte, solo diles que don Florencio no ha muerto, y si te preguntan donde estoy, diles que me viste e

sábado, 26 de julio de 2008

Letras en movimiento

Fuimos los cuatro fantásticos, las cuatro estaciones del año, las cuatro patas de la mesa, los cuatro puntos cardinales, los cuatro locos con lentes, la mitad del numero de las sesiones que llevamos, fuimos los necesarios y quizás no se extraño a nadie. Seguimos con los cigarros el café y las pato-aventuras de cada uno antes de las cosas serias. Llego la teoría, nuevamente la explicación necesaria (no se si precisa), de la importancia de escribir sin tanto rollo, palabras precisas y no mareadoras. Análisis del autor, Hermann Hesse y su lobo estepario en un libro barato comprado al dos por uno casi en la tiendita de la esquina, seguido por la obra nostra en un esperma encontrando la libertad según Victor, Amadeo y su cuento corto (sin tanto rollo economizando palabras), Nora y la historia de su ángel con su voz potente para que escucháramos bien, y yo, solo haciéndolos creer que estamos vivos. Otro lunes, a un paso de las vacaciones pedidas por los inquilinos del barco, y el próximo sábado 26 de julio, lecturas publicas, pre-textos para el verano, se les avisara con tiempo. Regresamos el 4 de agosto, dijeron el autor para analizar pero la laptop capturo mi atención, y no entendí nada, ya Amadeo nos recordara.
Letras en movimiento más que un taller, es un espacio donde hay café, cigarros, letras por aquí y por allá, pensamientos extraños, cuentos que a veces tardo en entender, platicas normales y a veces no tan normales y gente agradable en un mundo loco.
Soy Asenat, no Asanat ni Asanet, ni Asenet, ni Aseret, ni Anet, ni nada que se le parezca. Gracias.

lunes, 16 de junio de 2008

Cancion de Nimbe.


Blanca como la luna
Se pierde por la vereda,
Viene la totonaca
A vender lo que al pueblo lleva.
Y en su rostro moreno
Hay huellas de raza mía,
Canta totonaquita
Nimbe princesa mía.
Katleí, Kumale,
Dukustasha in kumale
pashana lasupí.
Y así va la totonaca
Con rumbo a Cachiquiui.
Y en su rostro moreno
Hay huellas de raza mía,
Canta totonaquita, Nimbe princesa mía,
Asta shaí, kumale, asta shaí, Diós cali

La boda...de Asenat.

Y era que la Cata y el Poncho por fin se casaban, sus padres habían planeado la boda desde que Poncho tenia año y medio y la cata aun no nacía.

-Ahora que está con carga comadre, más le vale que sea chamaca, pa´que así estemos bien emparentados, ¿o no le gustaría, compadre?
-Claro que si, compadre, ya de eso me encargué yo, y le garantizo que mi vieja no va a fallar.

Eran las 2:15 de la mañana las mujeres empezaron a levantarse para matar los 22 pollos, los 15 guajolotes y las dos vacas que habían reservado desde hace ya un buen tiempo; el gallo esa noche por luto de su género no había cantado. Las cazuelas de barro empezaban a hacer fila para pasar por la lumbre y derretir los kilos y kilos de mole que las abuelas habían preparado. Los adornos de florecitas empatadas con conitos de plástico y popotes se empezaron a colgar por el patio formando un gran kiosco blanco, los globos y las serpentinas hacían un segundo cielo en lo alto.

-¿Ya cuánto tiene, comadre?
-Pues calculándole ya van como pal cuarto mes, se siente su nuera cada vez más aquí en mi panza.

Las vacas daban el ultimo muu de su vida; mientras las burbujas del mole en las cazuelas reventaban en su hervor, su olor se extendía por casi todo su alrededor; los pollos y los guajolotes ya se bañaban por partes dentro de las cazuelas, se empezaron a acomodar las mesas, los adornos de cisnes de unicel y los servilleteros con encaje blanco yacían en su centro; las sillas con moño blanco en el respaldo hacían que se vieran espectacular; se había dejando en el centro una gran pista de baile, en la que habían barrido para quitar todas las piedras y hacer más plano el suelo, ya eran alrededor de las seis de la mañana.

-Sabe que creo, que mi chamaco va a ser buen marido para su hija, desde ahorita se le nota lo Torres, salió igualito a su padre.
-Pues espero que mi’ja no salga como su madre, porque ya ve, de repente piensa que se manda sola la condenada, como si no hubiera un hombre en la casa.
-Sí, es lo malo de las viejas, pero qué le hace uno compadre, uno es hombre y en algo tiene uno que descargarse cuando andamos acá con la urgencia, aunque luego nos salgan con su domingo siete.
-Así es compadre, pero no se apure yo me encargo que mi chamaca sea mujer digna para su chamaco.

Varias mesas con el nombre de carta blanca estaban empatadas para formar una sola, un mantel blanco con encajes lo cubría, tres pisos de pastel con florecitas estaba en el centro y en lo alto, un novio y una novia pisaban lo dulce y blanco del merengue, las mujeres terminaban de guisar el mole y el arroz, siete mujeres encargadas de las tortillas amasaban y hacían bolitas de masa para aplastarlas y ponerlas al comal.

-Pues lo bueno que la Cata y el Poncho ya por fin se casan, ya era hora, porque capaz y luego se le pase el tiempo a la Cata, o no lo creen.
-A mí me contaron que se casan porque el Poncho y la Cata pues...ya saben se iban allá por el monte cuando nadie los veía.
-Sí, yo una vez los vi, y además me entere, que los papás de la muchacha ya querían que se la llevara el chamaco.
-Pues a mí me dijeron que el Poncho ya no se quería casar, que la primera vez que se fueron pal monte, el Poncho regreso todo asustado, y que no le hablo a la Cata como por un mes, hasta que lo volvieron a convencer de que saliera con ella, y después ni quien los separara, quién sabe que habrá pasado aquella vez, que el chamaco venía hasta verde del susto, bueno eso me dijeron.

Los músicos empezaron a llegar; un camión con un letrero pintado los anunciaba, “Los rítmicos del sur”, una batería, una guitarra, un acordeón, y un bajo sexto bajaban de las manos de unos hombres gordos con trajes plateados y lentejuelas rojas. La gente se empezaba a amontonar por todos lados, los detalles de último minuto se terminaban de solucionar, dentro de la casa una figura de mujer con un vestido blanco lleno de encajes y una cola larga bordada a mano con formas de flores, sólo su madre la acompañaba. Las puertas con candado hacían de la novia como si fuera un tesoro dentro del cofre, en el otro cuarto el novio se terminaba de poner la corbata de rayas que su padre le había regalado, un traje negro perfectamente planchado hacia juego con sus zapatos que brillaban por lo nuevos que estaban.

-Ay, compadre, esta chamaca como se mueve, de día y de noche, vaya uste a creer que no me deja dormir ni un solo momento, yo creo que cuando salga de mi barriga es cuando se pondrá tranquila.

Salió la novia, el cura los esperaba frente a una mesa llena de regalos, ella parecía una princesa, con el rostro cubierto por un velo de encaje y piedritas blancas, los padres de la novia miraban al cielo dando gracias por la unión de su hija, el novio tomaba de la mano a su futura mujer y le regalaba un beso sonrojándose ante la mirada de su padre que orgullosamente entregaba a su hijo para que se convirtiera en el gran hombre que siempre soñó, un acepto por cada uno selló sus vidas ante los ojos de sus invitados.

-Ahora sí, se le sale la chamaca a la comadre, háblele a doña Toña pa`que le venga a ayudar.
-Doña Toña no esta, se fue a la ciudad a visitar a su hijo regresa en una semana, no se apure compadre, yo le ayudo a mi mujer, será la primera, pero no será mi única cría.
-Compadre uste es un macho, los machitos no hacemos esas cosas, espérese a que venga una vieja a hacer eso.
-Pero que no oye los gritos de mi vieja, esta que se le sale la cría, no se apure compadre ya veré como le hago.
-Puja vieja, puja vieja, un poco mas y sale la chamaca, ándale, no te agüites, échala pa fuera, afuera esta el compadre y ya quiere ver a la nuera. Con esta chamaca me prometió unas tierras pa que yo las trabaje, además el pagara la boda completa, ándale vieja, pújale.
-Hay va viejo…, hay va,…cáchala viejo,…cáchala, no se vaya a ir pal suelo,…hay va viejo… ora si hay va.
-¡A chinga…., a chinga…, a chinga…!.
-¿Que paso viejo?.
-¡A caray, caray!.
-Viejo no me espantes, ¿qué pasa?.
-Ya nos chingamos vieja, es machito, ¡maldita sea….mis tierras!.
-Que dices viejo, fíjate bien, no te haigas equivocado.
-Como me voy a equivocar, o es machito o tiene tres piernas…pero sin dedos, vieja ¿cómo pudiste fallar?… ¡maldita sea…mis tierras!.
-Ay, viejo, y ahora que vamos a hacer, el compadre se va a enojar.
-No te apures vieja, tú no digas nada, nadie se tiene que enterar que nació un machito.
-Pero si se le va anotar, como le tapamos su…no se va a poder viejo.
-Tu cállate mujer, que si nadie se entera en unos años pos…habrá bodorrio.

sábado, 14 de junio de 2008

Hombre pajaro...de Asenat.



Cerca del cielo,
Hombre valiente
Que danzas como un ave
Y vuelas como un hombre.
Cerca del sol,
Con tu cuerpo
Cargado de emoción.
Cerca de cielo,
El hombre que esta más
Cerca de Dios.

Vivir...de Asenat.

Esta costumbre de vivir,
Vivir, vivir, vivir.
De respirar contaminación humana,
Comer pensamientos color marrón
Y vestirse de inocente frente al enemigo.
Una costumbre de vivir,
Como si todos los días fueran nuevos
Así como hoy, y con suerte
Como mañana.
Una costumbre de vivir
Y de creer que estamos vivos.

........... de Asenat

¡Asenat tienes miedo!
-No-
¡¡Asenat tienes miedo!!
-No-
¡¡¡Asenat tienes miedo!!!
-…………… No-

Deja de temer,
Porque más vendrá el coco.

¡Asenat tienes miedo!
-No-
¡¡Asenat tienes miedo!!
-No-
¡¡¡Asenat tienes miedo!!!
-…………… No-

Deja de temer, deja de temer.
Las niñas valientes no tienen miedo.

¡Asenat tienes miedo!
-No-
¡¡Asenat tienes miedo!!
-No-
¡¡¡Asenat tienes miedo!!!
-…………… No-

Deja de temer, mami no vendrá,
Y papi no escucha.

¡Asenat tienes miedo!
-No-
¡¡Asenat tienes miedo!
-No-
¡¡¡Asenat tienes miedo!!!
-…………… No-

Deja de temer, abuelita duerme.

¡Asenat tienes miedo!
-No-
¡¡Asenat tienes miedo!
-No-
¡¡¡Asenat tienes miedo!!!
-…………… No-

Deja de temer, todos duermen.
Silencio……no grites.

¡Asenat tienes miedo!
-No-
¡¡Asenat tienes miedo!
-No-
¡¡¡Asenat tienes miedo!!!
-………… …………………
………………………… …….
… …………………………….
…………………… ……………..
…… …………………Si…….
…………………………… ……
……………………No-

Deja de temer, todo rápido pasara.

Don Caballero...de Asenat.


Tu don de Caballero,
Don Caballero, tenías el don.
Tus hilos de plata
Y tus ganas de bailar danzón,
Amarrado a la cintura
De la que te sonreía,
En esos movimientos
Que te mantenían.

Don Caballero, tenías el don.
Te fuiste con ojos tristes,
Pero a bailar más danzón.

Escríbeme desde lo alto
Donde te encuentras hoy,
El poema de tiernas pasiones
Que te inspiraba yo.

Don Caballero, tenías el don.
Ese don de Caballero
El Caballero del danzón.

¡Vamos Tajín!...de Asenat


Sabor vainilla, mi piel morena
Piel morena, sabor…a mí.

¡Vamos Tajín!
Tus espíritus ya no
Quieren perseguirme,
Ahora soy yo
La que poco a poco
Se queda en ruinas,
No me abandones,
Yo aun me acuerdo de ti.

Esencia de vainilla
De donde yo nací.

Embrújame Tajín
Con tus aires de grandeza,
Devuélveme a tus lares
Que tan lejos estoy de ti.
Yo. Niña totonaca fronteriza
Que acepta tortillas con un “ok”,
Y toma capuchino en taza de barro.

Piel morena, ojos granos de café,
Sabor vainilla…

¡Vamos Tajín!
No me abandones,
Que mis raíces no cambien a tierra infértil.
Regrésame a tus flores,
A tus mangos, a tus frutas.
Regrésame a mis tierras
Donde quizás no debí salir.

¡Vamos Tajín!
No me abandones.

K kgalhkgalhíma min taspitat / Esperando tu llegada...Totonaco


Klakapastakán k'akgapún
Akxní likgosa jun
xa tipalhuwa xa limanín xpakganín
chu xa tasikulanala xtatlín

Akxní ntakgammanán wun
chu xmakgaxkgakgat chichiní',
akxní stalanikgoy xpipilekg
nimá tatantlikgoy poklgalhatanu xanat

Chaná klakapastakán katsisa,
lu xaslanawa chu lustlan,
akxní nkgota jun
xlisakgsi lapaxkit

Antani yakgolh xanat,
lusa chu maklakatutiy
nimá nitu skinkgóy
akxní lisawankgóy xlimuksankán chu xlimaninkán

Chu tawán kwan,
klitapalaja xanat,
antá ktayay k kaxanatna'
k kgalhkgalhíy min taspitat
________________
Te imagino en el cielo
Cuando vuela el colibrí
Con sus alas de colores
Y su canto celestial.

Cuando juega con el viento
Y los rayos del sol,
Persiguiendo a las mariposas
Que danzan de flor en flor.

Así te imagino en las mañanas,
Inquieta y bonita,
Cuando bebe el colibrí
La dulzura del amor.

Entre los alcatraces,
Rosas y tulipanes
Que sin nada a cambio ofrecen
Su perfume y su color.

Y me convierto en hojas,
Me transformo en flores
Ocupo un lugar en el jardín
Esperando tu llegada.

Liquido...de Asenat

Me tocaste,
Y me transforme en líquido
En un derrame con lógicas caricias,
Yo era líquido
Casi en el centro de mí,
En una esencia de calor extraño
Bajo la textura de órganos toreados
Yo era líquido,

…un tercer mundo…
Mi mente…en un tercer mundo...

Donde había verdes, negros y azules
Y unas líneas blancas se entrelazaban
A una pared negra.
Yo…era líquido,
Ni siquiera era de noche
No había sombras reflejadas por velas
Tampoco música de jazz, ni tango, ni blues,
Mucho menos vino,
Pero me tocaste
Y me transforme en líquido.

…Esa falta de aire,
Con tres pulmones en movimiento
Me faltaba aire…
Un derrame…
Un derrame de lujuria.

…un tercer mundo…
Mi mente… en un tercer mundo…

Movimientos apresurados,
En ese tiempo de incognitos seres
Donde no hubo más que líquidos regados.
No hubo sabanas mojadas,
Porque ni siquiera hubo sabanas,
Solo tu cuerpo, mi cuerpo y un tercer mundo.

Me tocaste,
Y me transforme en líquido
Por primera y única vez
Yo fui líquido.

viernes, 6 de junio de 2008

Por ti, nada más por ti...de Asenat

Abuela, dame de tu té de gordolobo,
Ese, que hacías que curara todo.
Ahora que las nubes se despejan,
Te puedo ver sentada en tu sillón.

Has que llueva té de gordolobo,
Y juro darle de beber a tu perico.
¡El maldito sigue sin quererme!
Tengo todos los males del mundo
Y me duele un poco el corazón,
Así que tómame de la mano
Y llévame a la feria,
Súbeme a los caballitos
Y cómprame un algodón
Como aquella vez,
Cuando tenía seis años.

Hoy te prometo volverme niña.
Por ti, nada mas por ti.

Dame de tu té de gordolobo,
Y esta vez no me enojaré
Cuando me pongas a leer
Un fragmento de la biblia,
Esa que te sabias de memoria,
Y me sentaré en la misma banca
Cuando vayas a la iglesia
Aunque yo me este durmiendo.

Cúrame con tu té de gordolobo,
Y no le digas a nadie que lloraba
Mientras te escribía estas letras.

Una copa...de Asenat

Te invitaría una copa,
Pero me podrías seducir.
Así que…tomemos de la misma botella.

El aire...de Asenat

El aire comprimido de las
Entrañas de la madre tierra
Llora, gime y se desconecta
Del crepúsculo caído,
Con la inconsciencia de su voz
Y el verdugo de sus actos
El aire tímido se calla
Y se columpia en el oscuro y breve mar,
Donde las sirenas le cantan
A los marinos que les atrae
La espuma del mar.
El aire adolorido
Ya no toca las pasiones,
Ni interrumpe sus manjares.
No, ya no lo hace,
El aire provocado por las manos
De Eva se niega,
Ya no quiere ser visto,
Ya no quiere ser tocado,
Ya no quiere ser vivido.

Paz...de Asenat

Si la paz reinara. ¿Dónde quedarían
Aquellos que la defienden?...

Dios...de Asenat

Dios no cumple caprichos,
Aún estoy en esta tierra…

Deja que la lluvia caiga..(el que me pedias siempre mi buen Sr. Caballero, el poema que siempre te gusto...qpd..)...de Asenat

Deja que la lluvia caiga,
No le quites el privilegio
De mojarnos la cara,
De mojarnos nos pies,
Hasta la espalda.

Sólo deja que caiga,
Que moje los verdes campos
Y las secas flores,
Lo morado de las azucenas
Y lo azulado de las ranas.

Sólo deja que caiga,
Que moje a los enamorados
Que se entregan en los pastos
Y se cubran los cuerpos
Con la lluvia de los cielos.

Sólo deja que caiga,
No le quites el privilegio
De sentirse mimada,
De sentirse admirada
Por la suavidad con que nos baña.

Deja que la lluvia caiga,
Que derrame su olor,
Y el retoño de sus faldas,
La purificación de sus abismos
Y el profundo de su alma.

Sólo deja que caiga,
Por enero, por abril,
Por junio, tal vez diciembre,
Por las siete temporadas de otoño,
Y las dos en invierno.

Sólo deja que la lluvia caiga,
De media noche, hasta la madrugada
Y quiera llorar mientras la veo
A través de la ventana
Que llueva sobre mis recuerdos
Y moje mis pensamientos
Mientras le acaricio la cara.

Deja que la lluvia caiga,
No le quites el privilegio
De mojarnos la cara,
De que le recite un poema
Mientras por fuera nos baña,
De sentirse admirada
Por la intención de soñarla.

Sólo deja que caiga.

Culpable de deseos...de Asenat

Estoy sintiendo el calor más sensible de tu cuerpo,
Enredado con tu inocente y virginal figura,
Sintiéndome culpable de mis deseos
Por desearte más que cualquier cosa.
Estoy sintiendo como juego con tu pelo
Malgastando su suavidad y su textura,
Viendo como se enreda entre mi pecho,
Cual si fuera cascada de rosas.

Mujer fatal...de Asenat

Te aviento a los abismos profundos de la imaginación…
Humedezco las ansias de tu masturbado porte,
Entreabro los poros de tu lujurioso cuerpo
Con mi imagen en tu mente de mujer fatal.
Acelero los latidos de tu desgraciado corazón
Con el subcutáneo de mis imaginados besos,
Recórreme con tus manos lo intransferible de mi cuerpo
Y provoca la erección de tu petulante miembro.

Cuando los angeles lloren...de Asenat

Cuando los ángeles lloren,
Ya habrán lamido nuestra mente,
Habrán susurrado a mis espaldas,
Y habré muerto en medio
De la eternidad.
Bajo la lengua del vampiro
Me habré echo conspirador,
Habré besado al pecador
Para esconderme en el desierto.
Pero cuando eso pase,
Me rendiré ante Dios
Pidiendo clemencia de mis delirios,
De mis auroras negras
Y de esta estúpida deuda de bondad.

Estigmas...de Asenat

¿Cuál es el oscuro de la noche,
O el agua de la sed,
El pan del hambre,
La lagrima del llanto,
Y el cambio de mi vida?

¿Cuál es la grandeza del sol
Que alumbra un mísero día?

Hoy que ya es de noche,
Que en roto sillón me he sentado
Bajo el cielo oscurecido,
Y el humo aspirado que me ahoga
Por la fogata desbaratada
Y quebrantada de fuego,

Triste de lluvia…

Un cielo mal marcado
Por la ausencia del aire,
Una noche sollozante
Por el llanto de la mujer
o el hombre fracasado
Y el niño muerto.

Un tributo mal pagado,
Una adolecente escribiendo
En hojas rotas
Indigna ya de mirar,
Con el pecho oprimido
Y el porqué en la nada,
Con gritos interrumpidos
Por la esencia de las mañas,
Añorando una noche
Con las manos sin cadenas,
Con un sabor a suerte,
¡Más que suerte, libertad!

Veo allá a lo lejos
Dos ancianos bien vividos,
Y multitud de mujeres mal pagadas,
Y hombres necios al por mayor.

¡Vaya estigmas de la vida!

jueves, 5 de junio de 2008

Mantis...de Asenat

Soy esa mantis religiosa
Que saborea el sexo desahuciado de tu hombría,
Soy esa armadura verde
Que devora tu adolorido arte del placer
Y se deleita jugueteando la balanza de la vida.

Soy lo que no quieres que sea
Pero soy lo que soy.

Soy lo que buscas por la vida
Hasta que te coquetea la muerte
Y me abandonas en brazos de ella.

No sé qué placeres obscenos
Guardo bajo mi piel,
Solo soy esa mantis religiosa
Que te envenena a la muerte
Con este placer desbordado.

martes, 3 de junio de 2008

Besame...de:Asenat

Bésame,
con tus besos de maniquí
y transportémonos
a la perfecta ciudad del plástico.

El roble..de: Asenat

Te fuiste con la mitad
de la fortaleza de un roble.
Abuelo: ¿Porque te fuiste tan temprano?
Hubieras dejado que cantaran los gallos.
¿Que se siente haber estado recostado en una cima,
entre arboles de mango y flores de olor?

Gracias Vida...de: Asenat

He estado esperando la noche
sobre esta soledad abrazada a mi espalda,
con la melancolía de la música de piano.

Abrázate a mis faldas,
desliza tus manos sobre mis muslos
y arrancame un pecho temploroso.

Ámame si ese es tu deseo,
que el mío ha muerto con el canto de la luna
y el niño mas tierno de la tierra me ha perdonado.

Gracias vida por darme en dolor,
que ha marcado la existencia de mi vida.

Noche, te espero detrás de los cerros
donde los ríos se bañan con la luz de las luciérnagas
y amamantan mis ojos
tan sólo con su luz.

Gracias vida por darme tu amor,
que si no, hubiera muerto en mis adentros,
con la ilusion de volver.

Entrañas de amor...de: Asenat

Te quiero con mis tres riñones,
con los ocho dientes que me quedan
y esta tripa que no para de pedirme de comer.

Te quiero con mis ojos miopes,
con estas celulas hambrientas de un deseo carnal,
con la piel morena de mis manos
y lo blanco de mis pechos.

Te quiero con los dos sentidos que me quedan
y los poros medio abriertos
donde no se puede escapar
ni un poquito de calor.

Te quiero con mi intestino grueso
que jugó a ser delgado
y murio de bulimia.

Te quiero con el subcutaneo de mis besos
que eyaculan por debajo de tus corneas.

Te quiero con mi corazón suicida
que se corto las venas con una flor de azahar
y se ahorco cuando terminaba de bañarse.

Te quiero con mis manos martajadas
que traen huellas de asesino
y no acarician ni las rocas,
con esa impotencia de la luna
al no poderse desnudar.

Te quiero inmensamente perturbado
y claramente contagiado por mis arterias
ebriamente deprimidas.

Te quiero con esta bilis diabética
que sufre y sufre de amargura.

Luz roja (a E.V)....de: Asenat

-y no ha visto a la compañera esme?
-sí, antier la vi, y fui con ella al periódico pero no lo vi, ¿estaba ahí, o se avía ido a echar un coyotito?
-¿a qué hora fue?
-mm no sé. Como a las 7 y algo, casi a las 8.
-uy no amiga, todavía no llegaba, llegue tarde.
-mmm… no pues ta’bien, ¿y qué hace?
-nada aquí nomas pasándola como siempre ya sabe como soy yo, jajaja.
-ya póngase a trabajar don Eleazar, que los 930 anuncios lo están esperando.
-nombre amiga ¿pa’que? Que trabajen otros, yo voy a medio barrer para que no me diga nada la jefecita.

-Asenat siéntate- te escuche llorar mi estimada al otro lado del teléfono, no era la misma voz que siempre me hablaba, apenas podía distinguirla - apenas ayer nos vimos, nos iba a ayudar con una columna era muy bueno el Bro, pero ni modo se nos adelanto, lo voy a extrañar, creo que ya lo extraño- varios silencios con segundos contados entre palabra y palabra se hicieron notar.-se nos fue el Bro-

-Ay amiga Asenat ya no la haga enojar...
-¿a quién? ¿A la chivis? Nombre, no pasa nada don Eleazar.
-le van a salir canas verdes a la amiga de tanto que la hace pasar corajes, ya hágale caso.
-no le pasa nada, ya lleva dos años aquí que mas podría pasarle, que se espere tantito que estoy platicando con usted, déjela que chatee a gusto.
-ay amiga, que tremenda es. El día que se valla de vacaciones la verdad que si la voy a extrañar, ¿quién va a venir a platicar conmigo?
-ahí esta vale, la chivis o pone a cantar a Rubén que se eche acá, unas guapachosas, o quien quite para aquel entonces ya hable cachetes, nomas se la pasa ladrando el guey, no sirve pa`nada, bueno nomas para que vale haga corajes.
-ja ja ja ay amiga, de veras con usted, nomas me hace reír…
-pues para que no se aburra… déjeme ir a molestar a los de adentro.

-¿me puedes marcar a mi casa?
-¿Asenat, es para mí el mensaje de que si te puedo marcar a tu casa?
-si, por favor vale.
-no me digas eso…
-pues sí, me acaban de avisar…

-¿me puedes marcar a mi casa? mi cel. Se muere de las dos formas…
-si me llego un mensaje de vale, pero no le entiendo, ¿qué paso…?


-oiga amiga Asenat, ¿le puedo hacer una pregunta?
-a ver desembuche
- amiga, ¿porque no se casa?
-jajaja nombre don Eleazar ¿para qué? Eso es cosa del diablo.
-nombre amiga enserio, yo creo que lo que le hace falta es casarse, tener acá un vato que le haga compañía.
-uy no don Eleazar vengo saliendo de un martirio que me costó mucho, y a lo mejor no exista alguien para mí, o no lo he encontrado.
-pues no busque, ahí está el vale disponible.
-jajaja ay don Eleazar no como cree, pobre vale, a la primera semana me correría de la casa de una patada.
-nombre amiga, yo decía lo mismo y míreme tanto tiempo casado, nombre mi mujer sí que me ha aguantado.

Bajo los árboles estaba ella, llorando, sus palabras no se entendían por los gritos que salían desde no se qué tan adentro de ella, solo Dios sabia que tan fuerte era su dolor, pero tuvo la fuerza para ponerme una barrera que impidió que cruzara la calle, su No, dolientemente fuerte hiso que regresara dos cuadras atrás.

-Dejen las puertas abiertas que se salga el olor.
-pues si huele a alcohol, pero pues es el perfume, ¿no ves que viene preparado para la noche?
-no pues sí, y ¿a dónde vamos a ir a cenar?
-no sé, vale y don Eleazar ya se salieron luego vemos...

Volví a regresar, seguía sin poder cruzar la calle, ella seguía en el mismo lugar, el alcohol en el borde de su nariz la mantenía viva, el líquido frio recorría su frente y su nuca. Por fin se paro en dirección que ella conocía perfectamente solo tenía un punto a donde llegar, pude acércame pero ni siquiera me oyó y es posible que ni siquiera me hubiera notado, era un momento en el que no había tiempo de presentaciones, el soy tal, y el mucho gusto, no eran propios para ese momento. Pero al menos después de una hora pude llegar, es más, logre entrar. Una luz roja cegó mi mirada hacia todo lo demás.

-sabe amiga, usted me recuerda mucho a mi niño, el chiquillo.
-¿así? ¿Porque?
-pues es que es como usted, aunque ande enfermito siempre esta sonriendo y de un lado para otro, a veces ni parece que anda enfermo, muchos se ríen de mi cuando les digo que Dios me dio a mis hijos, y no nada más me los presto como a todos, Dios en un sueño me dijo, mira Eleazar, estos son tus hijos, si le he contado ¿cuánto batallamos mi mujer y yo para tener hijos verdad?
-si don Eleazar, me ha contado la historia como 5 veces.

Llevaba una gorra para atrás, estaba casi segura que era él, yo estaba sentada detrás de una puerta de cristal que dejaba ver directamente el pasillo que llegaba hasta ese punto donde podía ver todo lo que pasaba. Él entro, se quedo parado frente a la foto recortada por la mitad, logro cubrirme un poco de esa luz roja, era pequeño como para alcanzar aquella caja pero aun así logro abrazarla.
-¿y que era tuyo?- La voz de una señora sentada a mi lado logro desviar mi atención.
-¿perdón?
-Eleazar, ¿que era tuyo?
-pues… Trabajamos un tiempo juntos y nos llevábamos muy bien, apenas ayer le mande saludos con una compañera que esta allá adentro con otros chavos, desde que me salí de trabajar, jamás le había mandado saludos hasta apenas ayer, no sé si se los habrán dado, pero espero que sí, eran los primeros saludos después de casi dos meses.
-como Dios te avisa las cosas, ¿verdad?
-¿cómo?
-pues un rato antes le habías mandado saludos, ¿cómo se iba a saber una desgracia así?
No le pude contestar, la luz roja estaba robando toda mi atención, iluminando al niño que seguía abrazando y llorándole a su padre.
-y, ¿están sus compañeros adentro?
-¿mande?
-¿los del trabajo?
-sí, de aquí veo el tacón de una de las chavas, sus zapatos son inconfundibles.
-¿y no vas a entrar?
-pues… (No podía decirle que tan cobarde era como para haberme quedado todo el tiempo fuera), y usted, ¿es familiar?
-soy la no sé que, de no sé cómo y no sé cuándo...
No le logre entender nada, ella siguió hablando por un buen rato, mientras la luz roja seguía dentro del primer plano y aquel niño no se lograba soltar.
-era un muy buen hombre, y Eleazar te había hablado de Dios?
-si señora, muchas veces, con permiso señora, mucho gusto iré tantito afuera.

-ya don Eleazar, vallase por el pollo asado o por los chicharrones de pescado, y ya que anda por ay, se trae el seis o la caguama. Así en caliente...
-Amiga, pero yo no le hago a eso.
-pero no es para usted, es pa’mi y si me sobra, pa’ la chivis.
-a bueno entonces sí, yo iré por mi coca.
-ya no tome tanta coca, hace daño mejor tome agua.
-nombre amiga con el agua me oxido, mejor una coca aunque sea de a litro.

El café se estaba agotando, eran los niños los que se lo estaban tomando, el agua del garrafón era menos de la mitad y la fila se estaba haciendo grande, me volví a sentar en el mismo lugar esperando por mi conito de agua. El niño ya no estaba, pero la luz roja seguía dibujando su forma en mi mente.
-yo soy la media hermana. -Voltee e ver a la mujer de al lado que minutos antes había ayudado a abrir la puerta.
-¿la media hermana de quien?
-de la esposa.
-a ok, pues yo trabaje un tiempo con él y nos llevábamos muy bien- por un momento pensé que iba a repetir las mismas palabras así, que me quede callada.
-era muy trabajador, y muy bueno, quería mucho a mi niña.
-¿la bebe es suya?
-sí.
-es muy bonita.
Entre la luz roja que no parpadeaba, y el tacón que se movía de arriba abajo
Como un sonido de tic tac, y que daba exactamente en una orilla del cojín color mostaza donde el niño se había recargado a llorar, se escuchaban las versiones de los hechos, y sobre todo, esa frase de, era un buen hombre.

-no amiga, a mi no me gustan los funerales, se me hace que al único que al que voy a ir será al mío y muy a fuerzas.
-ay don Eleazar, pues, a mí tampoco me gustan, siempre he sentido que las personas no se van por completo.
-así es amiga, siempre están ahí, a un lado.

Los periódicos dijeron que fue la electricidad, un señor que esperaba su conito de agua dijo que fue el golpe, la de al lado que fue el fuego y que la caja estaba sellada pero que no estabas dentro, yo espero que sí, porque si no ¿a quién abrazo y le lloro el niño?, solo Dios sabe. Pero todos al final decían, fue un buen hombre. Eres de las pocas personas que desde antes de que te fueras ya todos lo decían.

La crisis.....de: Asenat

-¡¡Y que asaltan a riguito !!-
-¿Que riguito?-
-Pos el hijo de tu comadre Juana, la costurera.-
-Ayy mi ahijado riguito, ¿Como que lo asaltaron?-
-Sí, cuando salía del mercado, andaba comprando el chamaco, que lo agarran unos hombres, dicen que le quitaron todo, pero no sé que es todo, ¿qué le habrán podido quitar? si no tiene nada, ya ve como está la crisis.
-Ayy pobre riguito, ¿Y no le paso nada?-
-Pos nomas le agarro el susto y un par de cachetadas que le dieron los hombres, el pobre esta todo flaco que yo creo que les dio pena pegarle, lo hubieran partido en dos, ya le dije a tu comadre que le fregara con manteca de cacao y que le pusiera hojas de granadilla en el pecho pal espanto, no se le valla acercar el muerto por el susto.-
-Ay que muchacho, pero el que andaba haciendo por el mercado? El es hombre, no tiene que andar en esos lugares.-
-Pos lo que se, es que a tu comadre Juana se le acabo el jabón de olor pa bañarse, y ve como es de presumida la mujer, pos que también quería el champú, y que lo manda al mercado, no ve que ahí esta don Rufino, el de los jabones. Pos que lo manda pa que le comprara su champú de aguacate que dicen que es bien bueno pal cabello, vaya a uste a saber, está bien caro, que vandar comprando una esas cosas, pero sí que debe ser bueno, ese hombre hace cosas que huelen rete sabrosas, yo siempre que voy por mi pollo me voy hasta el último puesto pa pasar por delante de él, dijo,… de su puesto, cuando paso siento como si me llevara su olor en el mandil, el olor de los jabones claro, no vaya a pensar mal, pero eso me dura poco porque me meto por el pollo y siento que salgo oliendo a rabadilla, así que tengo que pasar de nuevo por delante de don Rufino, bueno delante de ..Ay uste me entiende, pa poder llevarme de nuevo su olor…..de los jabones.-
-¿Y que nadie vio, pa que le ayudara a mi muchacho?-
-uyyy doña Micaelita, quien cree que le va estar ayudando al pobre chamaco, nomas vieron que lo agarraron y todo el mundo a correr y a esconderse por donde pudo, ¡¡nooo!!, si en este pueblo quien cree que va a arriesgar su pellejo por otro, aquí vale más aquí corrió, a que le ayudo a otro, y también se lo echaron. No se acuerda cuando vinieron los policías por patricio, el de las verduras, el que usted decía que sus rabanitos eran los más colorados y grandotes de todos-
-Ay doña cleme… -
-No se me ponga colorada Micaelita, que nadie me escucho, pero que no se acuerda, yo sí, porque precisamente ese día yo había ido por mi piernita de pollo pa mi pucherito.-
-Pero uste va todo los días por pollo, que no se harta de comer eso?--Lo que pasa es que tengo reumas y una artritis que no me deja, y doña Jovita me dijo que el pollo es muy bueno y tengo que comprarlo todo los días, pero en el puesto que está en el fondo, es más barato,… uste sabe. Pero le decía, yo iba pasando justo por el puesto de don Rufino cuando veo que llega la policía con armas y toda la cosa, don Rufino dice, que eran cuatro, pero le juro que yo vi todo un escuadrón, y que agarran a patricio, según esto no había pagado la renta del local, le tumbaron su puesto y se lo llevaron, y ni quien dijera nada, todo el mundo haga de cuenta como si no pasara nada, nomas imagínese que uno se meta uno con esos delincuentes, porque eso es lo que son unos delincuentes Micaelita, ¡¡nooo!!, con dos plomazos y ni Dios te ampara, y ya con el puesto regado, todos empezaron a levantar las verduras del suelo, y a correr se ha dicho -suspira-, si que se extraña a patricio, desde que se fue, deje de comer rabanitos, chayotitos y chile ancho,…no me mire así Micaelita, lo que pasa es que el daba muy barato, y ya ve como está la crisis.-
-Pues dicen que paso lo mismo con don Jaime, el de las veladoras-
- Uyy doña Micaelita, ese, es otro cuento, pero no, no fue así, a don Jaime le quitaron el puesto porque según él, era viudo, y al final resulto que siempre no, ¡¡nooo!!, si se armo el revuelto en el mercado ese día, yo me entere porque precisamente ese día, había ido por mis alitas de pollo pa mi pucherito, y ya ve que en ese lugar de todo se entera uno, y de tanto grito que armaban voltie a ver, y vi que estaba la muerta parada, cuando la vi pensé que era el mismito diablo, porque, pos yo la hacía muerta, y resulto que no, la cosa es que según doña Rosa, don Jaime dejo abandonada a su mujer por allá por Tijuana, cuando se iban a cruzar pa los Estados Unidos, y el que se regresa dejándola allá sin un peso, y cuando llego aquí, a todos nos dijo que a su mujer se la había llevado el rio que esta por allá, el que tienen que cruzar pa vivir en los Estados Unidos, todos le dimos el pésame, hasta me acuerdo, que le lleve un platito de dulce de camote que yo misma le prepare, como según era viudo se me hiso correcto hacerle compañía, y resulto que la mujer le vino a cobrar, lo que según ella había sufrido estando allá, doña Rosa dice, que la muerta se metió a la vida galante, y a lo mejor sí, porque yo la vi muy fufurufa cuando vino a quitarle todo al pobre de don Jaime. Y ya ve como está la crisis, que don Jaime ya no pudo levantar su negocio y prefirió irse del pueblo, doña Rosa dice que se volvió a ir pa Tijuana, que ahora sí, quería probar suerte en los Estados Unidos, pero eso dice doña Rosa, quien sabe si será cierto, ya sabe que esa mujer en muy chismosa.-
- ¿Y entonces, ya hay dos puestos vacios en el mercado?-
-Casi cuatro doña Micaelita.-
-¿Cómo que casi cuatro?-
-Si mire, se acuerda de Almita, la del puesto de pescados.-
-¿Almita?...a si, Almita la hija de doña Carmen, es verdad a la que encontraron por el barranco.-
- Ándele, ella, no me imagino todo lo que habrá sufrido.-
-Su mamá dice que la encontraron con vida, pero que no tardando se murió, que le faltaba mucha sangre.-- Sí, yo me entere porque, precisamente un día, había ido por mi pechuguita de pollo pa mi pucherito, y ahí me encontré a su mamá, muy pálida la pobre, y me conto lo que le paso, figúrese que a la chamaca se la llevo un hombre que nadie supo después como fue que desapareció, como si hubiera sido un fantasma, bueno, dice la mamá, que la muchacha medio muerta le dijo, como habían ocurrido las cosas, según ella el hombre la estaba esperando por la curva, que va a dar a la calle de san Lorenzo, y que ahí la agarro y se la llevo pal monte, que según, solo quería el dinero que llevaba Almita de su puesto, pero ya encarrerado el hombre, pues, se le antojo la muchacha, y a punta de golpes le hiso…pues uste ya sabe,… la violo pues, la pobre llevaba sus truchitas pa comer,…yo que ella, le hubiera dado un truchado al maldito hombre y hubiera corrido, pero a las mugres truchas no les paso nada, cuando la mamá fue por ella a levantarla, tuvo que levantar también las truchas, ni modo de desperdiciarlas ya ve como está la crisis-
-Ay pobre muchacha, no habría pasado ni los veinte verdad?-
-Diecisiete, para ser exactos.
-Fíjese, ahora ya una mujer no puede ni siquiera ir al mercado, por miedo a que le roben o peor, uste me entiende.
-Si doña Micaelita, pero no todas llevamos la misma suerte, imagínese a mí, solo me tocaría la violada, porque dinero, pues de donde, ni pa decir que me roban la inocencia, porque ya a mi edad, pues, no le puedo engañar, ni tampoco hacerme la santa.-
-Ay doña Cleme…-
-Y el otro puesto es don Gustavo, un muy buen hombre, pero ese ya casi no va, vendía remedios pa la salud, pal amor y esas cosas, pero así como anda la situación, es más probable, que una se quede solterona a que compre un ramito de esas hierbas pa amarrar hombre. Yo hasta pensaba que estaba muerto fíjese, hasta que un día, que precisamente iba por mis muslitos de pollo pa mi pucherito, que me lo topo casi frente al puesto de don Rufino, y que le digo, “don Gustavo que milagro, como toda la gente habla bien de usted hasta pensé que ya se había muerto”, y me dice, “no doña Cleme, hablan bien de mi porque nunca me ven, que si me vieran, ni sabríamos que tanto dirían”, y me conto que se quería ir también pa los Estados Unidos, y que si no me quería ir también, que él me ayudaba.-
-¿Y piensa irse?-
-No, como cree Micaelita, yo que voy andar haciendo en un lugar que ni conozco, luego con mis reumas y mi artritis, capaz me tengo que volver de la vida galante como aquella que le platique, y pa que quiere, mejor aquí me quedo, jodida pero, no puedo decir feliz, pero con vida.-
-Eso sí, ya solo basta esperar a que el tiempo diga.-
-Bueno doña Micaelita, ya le quite mucho tiempo, y apenas voy pal mercado, precisamente voy por mis mollejitas de pollo pa mi pucherito, no quiero que se vaya acabar, vaya a ver a su ahijado, y recuérdele a su comadre que le friegue manteca de cacao y que le ponga hojas de granadilla en el pecho pal espanto, no se le valla acercar el muerto por el susto.
-Si doña Cleme, despreocúpese que yo le digo, vaya con Dios.
-Y usted quédese con él, que con esta crisis, sí que lo necesitamos en todos lados.