domingo, 29 de marzo de 2009

El desayuno...de Asenat

Un gran chile relleno parecía contonearse como bailarina de cabaret sobre el plato, bañado con una tela transparente que dejaban ver lo blanco de su centro y pareciendo seducir al comensal que observándolo con gran deleite sonreía.
Unos dedos gordos y callosos partieron en dos al chile que dejaba salir lentamente el queso medio añejo pero perfectamente derretido, la tortilla ocupando el lugar de la servilleta y en medio de la acción una risa picarona se dejo oír intentando pasar desapercibida.
Sin quitarse el sombrero partía la tortilla tomando un puñado de arroz y se la llevaba a la boca, su mal peinado bigote se movía tocando un poco más abajo de su barbilla, pareciendo que por cada movimiento se le fuera a caer, llegando a parecer falso.
La cerveza vacía quedó al lado del licuado hecho de uvas rojas sin semilla, plátano y naranja, receta robada de la página: mi cuerpo perfecto.com y de los hot cakes adornados con fresas y kiwi formando una carita feliz y en su centro una cereza simulaba la nariz roja de un payaso.
Limpiando el gran mostacho y sacudiéndolo de un lado a otro se levantó acomodándose la camisa dorada donde se dibujaba una brillante Virgen de Guadalupe, se paró en la puerta y guiñando el ojo se despidió de su pareja, quien rascándose la barba y cubriéndose la corbata con el delantal amarillo, cuidaba de no mancharse.